Cuarto oscuro

(...)
"Cual profeta,
cagada aguardo mi cruel y efímero destino.
Quizás, quizás, quizás.
Con el sonido de una canción,
un no saludo,
una mirada tímida,
el miedo a la nueva no correspondencia.
Cero palabras, cero muestras.
Como si el tiempo se me escapara entre los dedos
o pudiese coger el dolor en pedazos,
cual caníbal lo devoro,
trago,
me ahoga.
Vomito.
Tu nombre, sí, tu nombre impregnado,
los nervios de mirarte.
El miedo.
En un momento se esfumaron las nubes,
se acabó,
¿se nos terminó el amor?
¿Cómo se llama la película?
Déjate de pajas mentales.
Córrete. Llora. Grita. Besa. Manda a la mierda.
Olvida el blanco y el negro y la puta cultura pop.
Miedo, miedo, miedo, roads…
Has vuelto al desconocimiento mundano,
¿verdad que escuece?
Estás loca, realmente loca, como Juana la loca.
Simple irresponsable que escucha e ignora a su Pepito Grillo,
que ahoga con décimas y decimales,
desmontas el puzzle,
miras tu abrigo blanco,
rompes un folio,
te pones un sombrero.
Da igual lo que hagas,
cagada te hallas.
Y aunque no lo parezca...

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