A veces

A veces, de repente, es sábado y no me doy cuenta de cómo he llegado hasta aquí.
A veces, de repente, todos los días son sábado por la tarde y he sacado punta a todos los lapiceros, pero no logro pintar un círculo, escribir una palabra, callarme con rabia y garabatos. 
A veces, de repente, todos los sábados explotan, y los lápices se callan en las sillas de verano. 

2 comentarios:

Ese oscuro objeto de deseo . dijo...

Alabanzas ¡¡¡¡¡¡¡¡


ñ

inma ortiz dijo...

pues esas sillas de verano tienen muy buena pinta.