Células de un fracaso marino

Ahora recuerdo todo nítido. Otra vez nos habíamos vestidos con trajes de papel rallado para creernos marineros de agua dulce. Sonaba una canción que hacía que las cabezas se moviesen de vez en cuando, lento, de esas que parece que te susurran que ya es hora de que se vaya el verano y, con ello, todos los recuerdos que aún son presente. Anoche el papel se mojó sin opciones. Ha vuelto flotando con ciertos mensajes que han dormido esta noche en mi almohada, me han destapado a la medianoche y han abierto la ventana al salir el sol. Y de nuevo, las naos giran al ritmo de una canción. He cogido el timón. Hemos tomado rumbo. Nos hemos quedado desnudos. También nosotros somos papel.


2 comentarios:

inma ortiz dijo...

que preciosidad

Anónimo dijo...

que maravilla