Página 2

Parece que mire un viejo álbum relleno con vivencias, programado para no preguntar acerca de nada ni nadie, simplemente pasar las páginas y entonces comprobar que los botones de emergencia siguen estando listos para dar rienda suelta a las carreras. Tristes casos de bipolaridad emocional o de inexistencia sistemática, muchas cosas vertidas que van cubiertas con los largos mantos que trae el teatro, esa cuarta pared a la que se grita y se sobrecoge en sus butacas pero nadie, nadie, pregunta nada. El invierno sobrecoge a las niñas que no responden, incansables al mirar por las ventanas. Ahí va, escucha, vuelve a sonar la canción de los días en que prende ese extraño piloto rojo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

… me encanta la imagen… una piedra hacia ese cielo podría quebrarlo y arruinar ese teatro… botar esa pared y aparearte bipolarmente… olvidando a gritos siempre… muy bello…
Saludos.