En el tintero

Un cuello donde descansan agujeros y cuerdas. Me ha dicho que tengo un léxico muy difuso y capacidad de hacer nudos con objetos impensables. Son las manos, simplemente, que se dejan llevar entreabriéndose a las notas de lo que vuela con ráfagas. Como un lío entre las manos y las patas enredadas en una jaula ajena, en la casa del vecino, recordando todo lo que no se debe, en lo prohibido de las direcciones. Con varios lazos dando vueltas en las notas de un piano, un montón de flores sobre un teclado que da rienda suelta a lo más loco del ser, las imágenes volátiles y las negaciones. Y yo le he contestado. Sí, cierra los ojos y entonces… entonces, vuelve a mirar.




1 comentario:

Espérame en Siberia dijo...

Buena combinación la canción de Elliot y tu texto :)