Ahora

Sin coche, sin luces, otra vez los amantes frente al espejo y un título inexistente. Como una lucha entre entes mojados, mira él, mira ella, cegados, absorbidos, distantes. Es curioso, pues, que sea ahora cuando he encontrado esa perfecta definición. Ahora, que los monstruos duermen bajo la cama, entre las sobras de las sábanas, los calcetines perdidos, los restos de libros infantiles. Ahora, que ya no está el suelo húmedo...

1 comentario:

inmamacias dijo...

oh¡