I'll be your mirror



De repente me he encontrado flotando en un trozo de madera sólida, no sé siquiera dónde. Es como en esos sueños claustrofóbicos en los que quieres gritar y la voz empuja en la garganta, incapaz de sonar siquiera cual susurro. Es ese el momento gratificante en el que encuentras el camino cruzado, todas las vías entrelazadas, pero poco importa porque sabes que cuando termina el mal sueño comienzan las ganas de andar de la mano de las personas que te han hecho, que te hacen, que te escuchan en silencio y te responden cuando menos lo esperas. Y sientes como un abrazo cálido en medio de la noche, en la soledad de la oscuridad, y nada complace más... Da igual si mañana el mar vuelve a removerse, supe en el momento de la lágrima amiga que era el momento de echar a volar, es la magia de lo efímero, lo táctil de lo onírico. Lo que no pesa pero nos cala hondo, de un modo nuestro y personal. Si esa ola que mece nació de la sal de la última campanada, entonces, me dejaré mecer hasta llegar donde me lleve. 
 
Recuerda...

1 comentario:

marta gorjón dijo...

me encanta tu blog!!!
encantada